Exquirla
(Toundra, Niño de Elche)
es un proyecto musical donde se unen por un lado el grupo de rock
instrumental Toundra,
y por otro el Niño
de Elche
con su mundo flamenco. Su álbum debut "Para Quienes Aún Viven"
fue
lanzado a través de Superball Music / Sony Music el 17 de febrero de
2017.
Parte
de la obra del poeta Enrique
Falcón "La
Marcha de los 150 Millones" ha servido como fundamento para
la creación del
album, exprexando
una aversión
a la injusticia nada velada, en un tono muy natural y a la vez
expresivo, realizando
un llamamiento a la palabra
como arma:
[
Ya es el tiempo. Ya no hay miedo
Que la marcha arranque y que el
llanto acabe,
que se moje la madera con la cruz de mis
hermanos,
los caídos se levantan, los que aquí
murieron.
Ignoro por tanto la réplica que habrá de traerme /
nuestra inservible canción. ]
Así
es como termina "Canción de E", el tema que abre el álbum
debut de Exquirla.
La voz de Enrique Falcón, poeta contemporáneo cuya inmensa obra "La
marcha de 150.000.000" ha servido como fundamento para la
creación de "Para
Quienes Aún Viven",
hace un llamamiento a las armas de la palabra y la acción para que
el bloque musical obstinado que la acompaña se convierta, cuando la
voz se silencia, en una melodía cargada de sentimiento pero no falta
de fuerza -esta esperemos que algún día ya no inservible canción-.
La interpelación del título del disco es clara: lo que se sigue de
aquí es un clamor surgido de las puras entrañas, directo a las de
aquellos que todavía pueden hacer algo para sobreponerse a la
injusticia y la desgracia que los rodea.
"Destruidnos
Juntos", primer single que pudimos disfrutar por anticipado, se
sirve de la dinámica suave-fuerte característica del post-rock para
ilustrar la exposición de una de las ideas narrativas centrales del
álbum: el inevitable choque entre un mundo privilegiado minoritario
y otro que, sin otra voluntad que la de huir del sufrimiento, pone en
jaque ese desequilibrio establecido. Las dos respuestas a este
encuentro, la del rechazo violento y la de la empatía, ambas
necesarias por la naturaleza humana, no solo toman forma en pasajes
algunos emotivos y cargados de reflexión y otros terroríficos por
su épica intensidad, sino que encuentran una síntesis perfecta en
los versos "Porque
nada sé de ti, / para dejarme matar / he de dejar de mirarte".
"Hijos
de la Rabia", el corte que sigue, son nueve minutos de sangre
entrando en ebullición y corazones aunándose en su determinación.
Aquí, el departamento instrumental muestra una vertiente más
rockera, pero no concede protagonismos, sino que hace gala de una
simbólica coralidad.
Hay
aires de interludio en "Interrogatorio", tanto por su corta
duración como por su cambio de registro musical, pero el respiro que
ofrece con su belleza viene acompañado por la formación de un nudo
en el estómago al señalar directamente con el dedo a una Europa
incapaz de dar respuesta al horror.
"El
Grito del Padre", su consecuencia lógica, aviva ni que sea por
el imaginario que despierta recuerdos recientes en las costas
mediterráneas orientales, deja espacio a la sección instrumental
para desarrollar un discurso musical de impotencia, rabia y
sobreposición, y termina con los ecos escalofriantes de mil
fantasmas que no pueden quedar en el pasado. Quizá sea uno de ellos
el que protagoniza "contigo", cuya construcción impacta
por sencilla y directa, atacando al núcleo del sentimiento con una
oda sobria pero compungida a la física de la ausencia.
"Un
hombre" sigue una premisa sencilla pero su planteamiento
despierta una conexión empática instantánea: "Un
hombre está muriendo y no hace ruido".
Si aun visualizando el mejor de los escenarios resulta difícil
pensar con la cabeza fría que no vamos a morir completamente solos,
el paisaje de ejecución que pinta Exquirla es ya agonizante. Arranca
suave, sereno, y crece poco a poco hasta que, cuando se ve claro que
no hay vuelta atrás, se desencadena una explosión que tiene toda la
transcendencia, gravedad y hasta épica de la muerte sin que deje de
pesar su profundo sinsentido. Los gritos ahogados de Francisco
Contreras al final de la canción helarían la sangre de cualquiera,
y reivindican uno de sus mayores aciertos como vocalista: que las
posibilidades del aparato fonador definitivamente no se agotan en el
cante -hay cosas que no se pueden cantar pero necesitan ser
expresadas-.
Para
cerrar el álbum, y otorgando por ende a esta institución una
especial presencia de
responsabilidad,
la "Europa Muda" mencionada en "Interrogatorio"
no es ya solamente señalada con el dedo, sino directamente puesta
ante un espejo para que pueda experimentar la gran incongruencia que
su posición significa a nivel humano. La idea es dolorosa:
eliminados de la ecuación los uniformes, las banderas y los himnos,
lo que quedamos somos personas que, como tales, compartimos vísceras.
"Cuando tu hija es ensartada en el poste / dime ahora quién te
nombra / dime ahora quién ha ganado". Los lamentos sentidos de
Contreras y la música, suave y cariñosa pero apesumbrada, mecen el
mensaje con un tono que es de reproche, pero que sobre todo es de
disculpa. Enunciado éste, permanece un poso en forma de coda cuya
distorsión hace aún más pesado el silencio que, poco a poco, se
sobrepone al todo. (BINAURAL)
La
maquetación
corrió
a cargo de
Carlos Ojeda Lobo (ROSKI)
-
Canción
en E – 2:55
-
Destruidnos
Juntos – 8:57
-
Hijos
de la Rabia – 9:00
-
Interrogatorio
– 1:41
-
El
Grito del Padre – 8:51
-
Contigo
– 3:22
-
Un
Hombre – 9:59
-
Europa
Muda – 10:22
-
Francisco
Contreras (Niño
de Elche):
Vocalista
-
Esteban
Jimenez Giron: Guitarra
-
Alberto
Tocados: , Bajo
y
sintetizadores
-
Alejandro
Pérez: Bateria
-
David
López: Guitarra
Colaboraciones:
-
Enrique
Falcón: recitados en "Canción de E"
-
Marc
Clos: vibráfono en "Interrogatorio"
-
Santi
García: ebow en "Interrogatorio"