Blackstar, es el vigésimo quinto y último álbum de estudio del músico Inglés David Bowie. Fue lanzado el 8 de enero de 2016, la fecha del 69 cumpleaños de Bowie y dos días antes de su muerte, a través del sello ISO Registros de Bowie. La canción fue lanzada como single el 20 de noviembre 2015 y fue utilizado como la música de apertura de la serie de televisión The Last Panthers."Lázaro", fue lanzado el 17 de diciembre 2015, como una descarga digital y recibió su estreno mundial en la BBC Radio 6 Music 's Steve Lamacq el mismo día.
La critica del álbum corresponde al periodista y músico César Muela, que así se expresa:
"Blackstar" es el psicodélico tema de diez minutos que nos da la bienvenida. Tiene una intro experimental, con cierto regusto arábigo, que se refuerza cuando David comienza a cantar. Unos coros le dan un toque algo siniestro y onírico a las melodías, que se apoyan en una batería que va marcando un ritmo dispar y unos arreglos ricos, entre los que cabe destacar el maravilloso saxo de Donny McCaslin, que sabe alternar entre el jazz más relajado y el más contemporáneo y disonante. El bajo aparece y desaparece para darle énfasis a unas partes o para destacar otras pero, en cualquier caso, como en la producción del corte, todo está medido al detalle. Todo un viaje sonoro que da un giro hacia lo astral a partir de la mitad gracias a ese interludio happy, muy de musical de Hollywood.
No pierdas ojo a la letra, en la que Bowie aclara que no es ni un gangster, ni una estrella del pop, ni del cine: es una estrella negra. Y el vídeo es una auténtica locura acorde a tan bizarro despliegue musical, en el que, por cierto, hasta aparecen flautas traveseras, guitarras eléctricas y unas orquestaciones hechizantes. Sorprendente, rica y elegante.
"Tis a Pitty She Was a Whore" ya la pudimos escuchar en el recopilatorio Nothing Has Changed, que salió a la venta en noviembre de 2014. Sin embargo, esta nueva versión es mucho más limpia, más jazzera y más acorde a la onda espiritual/astral que comentábamos en “Blackstar”. Las partes de saxo son desquiciantes pero, al mismo tiempo, dotan de carácter a una canción con mucha actitud y en la que las influencias ochenteras son más que evidentes. Atento a la manera que tiene de crecer en la recta final.
"Lazarus" arranca con unas guitarras en limpio a lo The xx, pero en cuanto entran los arreglos de viento ese pequeño guiño se queda simplemente en eso. Creo que es uno de los cortes más redondos de todo el álbum, tanto por la parte musical como por la letra, en la que David hace todo un ejercicio nostálgico, vital y sincero. Le escuchamos frases como “I’ve got scars that can’t be seen”, “Everybody knows me now”, “I’ve got nothing left to lose”, “I was living like a king” o “I was looking for your ass”. En lo musical, quizá sea una de las más directas y menos experimentales del trabajo, pero la interpretación es tan genial y llena de feeling que tiene un ‘algo’ que te atrapa, desde ese guitarrazo de la estrofa a esos sintetizadores que envuelven las voces del artista. Genial.
"Sue (Or In a Season of Crime)" es otra de las que el artista ya había presentado en Nothing Has Changed. Al contrario que en la edición ya publicada, esta suena más rockera y menos jazz, y es que las guitarras tienen un protagonismo especial que, combinadas con los arreglos de viento y cuerda, le dan un toque muy progresivo al tema (pienso aquí en Opeth, Porcupine Tree o Genesis). En poco más de cuatro minutos apreciarás muchísimos cambios, una batería chispeante y un David que canta con esa rotundidad pomposa que siempre le gustó mostrar. Es una mezcla entre avant-garde, rock progresivo y minimalismo.
La más melódica y comercial, entre muchas comillas (es David Bowie al fin y al cabo), es “Girl Loves Me”, que tiene un groove electrónico sobre el que el vocalista brilla con frases que se pegan a la primera como “Where the fuck did Monday go?”. Las armonías arábigas vuelven a hacer acto de presencia, lo que confiere a la canción ese toque misterioso y profundo que tanto predomina en Blackstar. Una de mis favoritas, no tanto porque enganche (que también), sino porque tiene una dinámica y una producción sobresalientes (fíjate bien en cada arreglo y sabrás a lo que me refiero).
"Dollar Days" tiene un inicio con piano, guitarra en limpio y saxo que suena extremadamente íntimo y sensual. David canta con un timbre inocente, medio-agudo y cargado de significado. El empaste con “I Can’t Give Everything Away” es tan natural que, si no te das cuenta, pensarás que no ha habido salto de canción. Eso sí, esta es más animada, casi por momentos funk. Bowie firma una de sus mejores interpretaciones de Blackstar, no solo porque lleva al límite su capacidad vocal (no pienses nada espectacular, que tiene 68 años), sino porque transmite cada frase que canta. Una vez más, la producción es muy cuidada, con un saxo siempre presente y con unos solos de guitarra eléctrica cautivadores que le quedan que ni pintados al tema. Muy buen colofón.
La portada fue diseñada por Jonathan Barnbrook, responsable de la de “The Next Day”, su producción de 2013. La portada del CD es blanca y la del vinilo negra.
-
Tis a Pity She Was a Whore – 4:52
-
-
Girl Loves Me – 4:51
Dollar Days – 4:44
- I Can't Give Everything Away – 5:47
David Bowie - voz, guitarra acústica, mezcla, producción, arreglos de cuerda, 'Fender Guitar' on 'Lázaro'
-
-
-
Tim Lefebvre - bajo
- Marcos Guiliana - batería, percusión
-
Erin Tonkon - ingeniero asistente, coros de "¡Es una lástima Ella era una puta"
Joe Visciano - asistente de mezcla
Kabir Hermón - ingeniero asistente
-
-
-
- James Murphy - percusión en "Sue (O en una temporada del Delito)" y "Girl Loves Me"