Corría el año 75 cuando se editó esta maravilla aunque tardaría aún unos años más en entrar en mi casa y cuando lo hizo, fue para no salir jamás o, en todo caso, no apartase nunca de mi lado. Y es que cuando cualquiera de los miembros que en ella habitábamos pincháramos este disco, sabías que nada malo podía pasar al menos mientras que sonara esta joya. Es un disco que llevaría a las cárceles de todo el mundo para hacer más fácil la reinserción de cualquier persona y de obligada escucha en las sesiones de psicología, psicoanálisis o psiquiatría.
Y es que es todo perfecto en este soberbio álbum. Desde esa sugerente portada semejando a las Trompas de Falopio del aparato reproductor femenino, pasando por sus letras hasta desembocar en ese majestuoso discurrir de los temas donde ninguno es mejor que el anterior porque todo en él es sencillamente magistral.
Abrimos con "One of these night", perfecta canción que da título al disco, que fue nº 1 del Billboard cuando se estrenó, y tema preferido de GLENN FREY y de servidora de todos sus discos, con un celestial juego de voces. Le sigue la rockera "Too many hands", un enérgico tema que cierra la bocaza de todos aquellos que dicen que los EAGLES son una banda para niñatas. "Hollywood Waltz" es otra bonita composición que bien podría haber sido escrita por el gran GRAM PARSONS y cantada a dúo con su compañera EMMYLOU HARRIS. Y para terminar la estupenda cara A, nada mejor que volver a coger las riendas que la instrumental y desbocada "Jounrney of the Sorcerer" que, por cierto, fue usada para una famosa serie de la BBC.
La perfecta "Lyin' eyes" da comienzo a la cara B, con una delicada y sudcaliforniana melodía ideal para conducir por aquellas soleadas tierras. Y llegamos al punto álgido del disco, "Take it to the limit", una de las mejores composiciones que haya oído jamás y que no puedo escuchar sin estremecerme y echarme a llorar desconsoladamente esté donde esté. Muchas fueron las veces en las que pinché este disco con el único propósito de sentir este tema. Poder escuchar este disco de THE EAGLES, fue uno de los momentos que te llevas a la tumba. "Visions" nos vuelve a hacer mover el esqueleto con ese impecable sonido de guitarra y esos aires sureños que encajarían a la perfección en cualquier trabajo de mis queridos ABB. Bueno, de hecho, la mayor parte de los temas lo harían; muestra de ello es esta otra "After the thrill is gone", otro bello y suave medio tiempo perfecto para estar con quien tú quieras, o puedas, hasta el amanecer. "I wish you peace" es el reposado final de este fascinante álbum; una sutileza marca de la casa y perfecta banda sonora para cualquier tipo de despedida.
Como podéis apreciar, aquí no hay ni rastro de objetividad, ni falta que hace por otra parte. Si aún no habéis tenido oportunidad de escuchar semejante milagro, haceros un favor e ir directamente a comprarlo donde sea. No se puede vivir sin haberlo testado al menos una vez en la vida y además os aseguro que ya nunca os abandonará.
Y es que es todo perfecto en este soberbio álbum. Desde esa sugerente portada semejando a las Trompas de Falopio del aparato reproductor femenino, pasando por sus letras hasta desembocar en ese majestuoso discurrir de los temas donde ninguno es mejor que el anterior porque todo en él es sencillamente magistral.
Abrimos con "One of these night", perfecta canción que da título al disco, que fue nº 1 del Billboard cuando se estrenó, y tema preferido de GLENN FREY y de servidora de todos sus discos, con un celestial juego de voces. Le sigue la rockera "Too many hands", un enérgico tema que cierra la bocaza de todos aquellos que dicen que los EAGLES son una banda para niñatas. "Hollywood Waltz" es otra bonita composición que bien podría haber sido escrita por el gran GRAM PARSONS y cantada a dúo con su compañera EMMYLOU HARRIS. Y para terminar la estupenda cara A, nada mejor que volver a coger las riendas que la instrumental y desbocada "Jounrney of the Sorcerer" que, por cierto, fue usada para una famosa serie de la BBC.
La perfecta "Lyin' eyes" da comienzo a la cara B, con una delicada y sudcaliforniana melodía ideal para conducir por aquellas soleadas tierras. Y llegamos al punto álgido del disco, "Take it to the limit", una de las mejores composiciones que haya oído jamás y que no puedo escuchar sin estremecerme y echarme a llorar desconsoladamente esté donde esté. Muchas fueron las veces en las que pinché este disco con el único propósito de sentir este tema. Poder escuchar este disco de THE EAGLES, fue uno de los momentos que te llevas a la tumba. "Visions" nos vuelve a hacer mover el esqueleto con ese impecable sonido de guitarra y esos aires sureños que encajarían a la perfección en cualquier trabajo de mis queridos ABB. Bueno, de hecho, la mayor parte de los temas lo harían; muestra de ello es esta otra "After the thrill is gone", otro bello y suave medio tiempo perfecto para estar con quien tú quieras, o puedas, hasta el amanecer. "I wish you peace" es el reposado final de este fascinante álbum; una sutileza marca de la casa y perfecta banda sonora para cualquier tipo de despedida.
Como podéis apreciar, aquí no hay ni rastro de objetividad, ni falta que hace por otra parte. Si aún no habéis tenido oportunidad de escuchar semejante milagro, haceros un favor e ir directamente a comprarlo donde sea. No se puede vivir sin haberlo testado al menos una vez en la vida y además os aseguro que ya nunca os abandonará.