Es increíble como un personaje tan esquivo, tan poco disponible para compromisos, tan poco comercial como Van Morrison es, desde todos los puntos de vista, uno de los personajes más estimados, más admirados y tomados como ejemplo por los conocedores del rock, que reconocen en él grandes dosis de sinceridad, elegancia, pasión y afecto. Primero con Them y después en solitario, Morrison ha recorrido senderos desolados, ásperos, melancólicos.
No ha sido nunca un investigador; sin embargo, algunas de sus invenciones y exploraciones aún hoy son tomadas como modelo y utilizadas como piedra de toque. No es una casualidad, por ejemplo, que precisamente uno de sus discos, el inmortal 'Astral weeks', más de veinte años después de su realización, sea todavía votado por los críticos como uno de los mejores álbumes de toda la historia del rock. Y cuando sus discos aparecen en el mercado el grupo de sus admiradores se encuentra unido para elogiarlo, para tejer la trama del amor y de la emotiva comunicación que constituye la esencia misma de la música de Morrison. Y pensar que tras los años intensos y veloces con Them muchos lo daban por muerto. Con Them, Van Morrison había llegado a cotas de popularidad impensables para alguien como él que llegaba de la periferia (de Belfast) y había llegado al beat después de haber pasado su infancia escuchando música jazz y soul.
Pero su voz desgarradora y potente se convirtió en uno de los símbolos del Londres de los años sesenta. Them grabó canciones fundamentales como 'Baby please don't go' y, sobre todo 'Gloria', bandera de una generación que ha seguido ondeando a través de los años. Superar la etapa de Them no fue fácil y, mientras el grupo continuaba su actividad en America, Morrison atravesó uno de sus muchos momentos de reflexión. A los 21 años, Morrison (nacido en Belfast el 31 de agosto de 1945) ya llevaba a sus espaldas una larga carrera como músico, había tenido problemas con contratos y mánagers, y su carácter receloso no le servía de gran ayuda. Estaba en su casa cuando el productor Bert Berns le proyectó una gran carrera como solista. El primer single de Morrison como solista se titulaba 'Brown eyed girl', e inmediatamente fue besado por la fortuna, ya que llegó hasta los primeros puestos de las listas de éxitos americanas. Este éxito generó no pocas ambiciones en el músico, que volvió a encontrarle gusto a la música, a componer nuevos temas, a realizar grandes proyectos y a emprender una gira de conciertos. Pero en seguida surgieron los primeros problemas con Berns, quien, sin decir nada al músico, recogió algunas de sus canciones en un álbum y lo publicó bajo el título de 'Blowin' your mind', para aprovechar el buen momento publicitario. Esto creó tensiones entre Morrison y Berns, y sólo la paciencia y las dotes diplomáticas de este último convencieron a Morrison de volver a trabajar para un nuevo álbum.
Pero este disco no vio la luz hasta 1970, porque Berns murió de improviso, liberando a Morrison del contrato. El material grabado en aquella época se publicó en los años setenta: en particular, el álbum 'This is where I came in' (de 1977) recoge las quince canciones grabadas por Morrison para Bang Records. El primer disco verdadero de Van Morrison como solista es el mítico 'Astral weeks', uno de los álbumes más importantes de la historia del rock. Cuando apareció pasó casi desapercibido, tanto para el público en general como para sus seguidores, que no se impresionaron por él. 'Astral weeks' es uno de esos momentos de perfecto equilibrio entre forma y contenido, entre la personalidad del artista y la sensibilidad de su tiempo. Como 'Blonde on blonde' de Bob Dylan, como 'Sgt. Pepper's...', de The Beatles, como 'Born to run', de Bruce Springsteen, este álbum de Van Morrison constituye un momento destinado a durar para siempre más allá de las modas faciles. Dividido en dos partes ('In the beginning' y 'Afterwards'), 'Astral weeks' contiene ocho canciones, todas perfectas a pesar de sus diferentes planteamientos. Mezclando rock, folk, baladas irlandesas, instrumentos de jazz e instrumentos de viento típicos del soul, Morrison agranda los confines del rock, lo apuntala con una cultura y sensibilidad más complejas, sitúa al oyente frente a una "canción" que de un momento a otro puede transformarse en poesía, en pintura o en cine.
La romántica 'Madame George', la impetuosa 'The way young lovers do', la reflexiva 'Beside you', hasta llegar a la estratosférica 'Astral weeks', todas son canciones que expresan perfectamente el espíritu de los veinteañeros de aquella época: el deseo de poesía y de dulzura, el ansia de renovación del mundo. El disco se convirtió en el manifiesto de la "contracultura", y sus ventas empezaron a ascender progresivamente. Tras la aparición de 'Astral weeks', Morrison se trasladó a Woodstock y prosiguió su búsqueda "ecologista". En 1970 publicó 'Moondance', derivación directa del anterior álbum pero más accesible al público y que, efectivamente, le granjeó un gran éxito. En el interior del disco se incluye una fábula escrita por su mujer, Janet Planet, su musa en aquella época. Morrison se sentía un hombre feliz, un músico seguro y original, y canciones como 'Crazy love', 'Caravan', 'Into de mystic' lo atestiguan. La estrofa inicial de 'Crazy love' es muy indicativa: "Puedo sentir el latido de su corazón cuando miles de millas nos separan/ Y el paraíso se abre cada vez que sonríe/ Cuando soy suyo siento que le pertenezco/ Corro hacia ella como un río/ Ella me da amor, amor, loco amor". Y tras la delicada atmósfera de 'Crazy love' llega la tórrida impetuosidad de 'Caravan', que en los conciertos se transforma irremediablemente en uno de los puntos más arrebatadores de su repertorio: "Enciende tu radio y deja que escuchen tu canción/ Enciende tu lámpara y solucionaremos los problemas/ Quiero estrecharte mucho tiempo para sentirte hasta el fondo/ Dulce señora de la noche, tus ojos hablan de ti".
Morrison también afronta temas más ligados al misticismo, a la presencia de algo "sobrenatural", tema que será en lo sucesivo uno de los centros de su búsqueda experimental. En 'Into the mystic' canta: "Hemos nacido antes que el viento/ Y somos más jóvenes que el Sol/ Estábamos solos en el barco/ cuando nos hicimos a la mar en el Mundo Místico". Van Morrison vivió los años setenta con gran intensidad y con cierto deseo de experimentación. Viviendo y trabajando en Estados Unidos, tuvo la oportunidad de introducir en su música elementos más marcadamente funky y de operar una discreta exasperación vocal sobre el modelo de las cantantes de color. Así, los dos álbumes siguientes, 'His band and the street choir' (1970) y 'Tupelo honey', desarrollan una tendencia más orientada hacia la música "fácil de escuchar", siempre con clase pero, sin embargo, lejana del magnetismo sonoro de un par de años atrás. Sobre todo 'Tupelo honey', testimonio de una nueva fase iniciada con el traslado de Morrison a la Costa Oeste, en un clima más abierto. El músico se fue a vivir a San Rafael (Marin County), a diez millas de San Francisco. 'Tupelo honey' es un álbum que celebra estas nuevas conquistas y se alinea con el country-rock, que entonces estaba dominando por Neil Young, Carole King y James Taylor (y después The Eagles).
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