Grabado entre Diciembre de 1970 y Marzo de 1971 entre el Mobile Studio de The Rolling Stones y los Island Studios de Londres, así como los Sunset Sound de Los Angeles, "Led Zeppelin IV", o como quieran ustedes llamarlo, se lanzaría al mercado en Noviembre de 1971.
"Led Zeppelin III" había suscitado críticas no demasiado buenas, así que Page, Plant, Jones y Bonham, dolidos con aquella recepción, tomaron una serie de medidas. Sin títulos, referencias a Led Zeppelin o listado de temas en el exterior, su nuevo álbum "sólo" contaría con los ocho cortes de su interior, ocho cortes que finalmente iban a conformar uno de los trabajos más memorables de la historia del rock.
En 1971 Black Sabbath lanzaba "Master Of Reality", Deep Purple hacía lo propio con su "Fireball" y The Who editaba "Who's Next", todos ellos álbumes inmortales de rock, pero ninguno iba a adquirir la magnitud que alcanzaría "Led Zeppelin IV".
En "Led Zeppelin IV" el concepto y el sonido que buscaba la banda, la voz de Plant y los arreglos de guitarra de Page, finalmente cristalizarían en algo completamente distinto y original. De la mano de Jimmy Page, el líder que guía a Led Zeppelin hacia la dirección que él ha tomado, la banda se acerca a la perfección en un álbum coescrito y producido por el propio Page. Un trabajo que se mueve entre la nueva dureza del hard rock y la belleza mística, plagado de diferentes sonidos y mensajes.
"Black Dog" presenta el intercambio cultural entre el viejo blues y el recién llegado heavy metal. Su riff atronador y martilleante, obra de John Paul Jones y gracia de Jimmy Page, le sirve de hilo conductor. ¿Qué se puede esperar de un tema de Led Zeppelin cuando su título es "Rock And Roll"?. La intro de batería de Bonham con ese ritmo a lo Little Richard nos transporta a una sucesión de endemoniados riffs secuenciados por Page, mientras Jones se trabaja una de sus más espectaculares líneas de bajo. Un ritmo frenético desgrana una especie de furia maniática. "The Battle Of Evermore" muestra el folk épico de la mano de Tolkien a través de la aterciopelada voz de Plant y la mandolina de Page. El apoyo de Sandy Denny inunda el tema de una belleza sobrecogedora. Místico y atmosférico, evocador de imágenes de luchas y batallas, descanso plácido en un trabajo plagado de rock. Llega "Starway To Heaven". Aquí ni se escribe ni se habla, sólo se escucha. No hay palabras que puedan describirla.
Un primer viaje de ácido sirve de excusa para acudir nuevamente a Tolkien en "Misty Mountain Hop". Los magníficos teclados de John Paul Jones convierten este tema de rock casi funky en algo que en cualquier otro álbum de cualquier otra banda hubiese sido un himno. "Four Sticks" representa la cabezonería de un John Bonham decidido a obtener el sonido que sólo escuchaba en su mente. Cuatro baquetas y su talento hicieron el resto. La envolvente y maravillosa "Going To California" es una delicada balada acústica de temática hippy en la que brilla un delicioso Plant. "When The Levee Breaks", el tema más oscuro jamás grabado por Led Zeppelin, cierra "Led Zeppelin IV". Blues a la manera de Jimmy Page, con ese toque de rock sólido que sólo su guitarra puede darle. Su slide guitar, el harpa de Plant, las pesadas líneas de bajo de Jones y el tremendo desenlace de un poseído Bonham, convierten este corte final en uno de los mejores que Led Zeppelin grabase en su carrera.
La saturación en las radios de muchos de los temas de "Led Zeppelin IV" podría haber depreciado su valor y significado. De facto para muchos ha sido así, pero la grandiosidad y magnitud de los ocho temas del álbum son valor más que suficiente para no importar cuantas veces se escuchen.
Hoy no entro a valorar si "Led Zeppelin IV" es el mejor álbum de Led Zeppelin, o si es uno de los mejores o más influyentes de la historia del rock. "Led Zeppelin IV" es símple y llanamente una obra maestra de principio a fin, y como tal debemos disfrutarla.
Kids Wanna Rock.