El quinto álbum de la banda británica Dire Straits, lanzado en 1985. Hay un antes y un después del tornado Brothers In Arms. Mark Knopfler acertó una vez más con la composición, cuyo resultado fueron cinco singles ultra exitosos y una huella permanente en la historia del rock que hasta me hace sentir indigno de reseñar tan fundamental material.
So Far Away tiene chispa desde esos primeros segundos de armonía marcada por un bajo solitario; aquí el señor Knopfler, canta bien y toca aún mejor, ya exhibiendo su particular tono de guitarra rascada por los tres dedos mágicos de su mano derecha.
El turno de Money For Nothing. Una obra maestra con ese riff sorprendente, casi irreproducible, una letra lograda, teclados excepcionales gracias a Guy Fletcher y Alan Clark, una colaboración sintética pero lograda de Sting (sobre todo aquello de 'I want my MTV', adorno simple pero increíblemente acertado), y un final con sabor a jam que deja con ganas de más, aún pasados los 8 minutos.
A continuación uno de esos temas que escuchas sin saber ni su nombre ni el artista, pero queda archivado en algún punto de la memoria. Walk Of Life tiene esa tonada electrónica trilladísima (al menos trillada aquí en mis tierras) acompañada por un ritmo rockpopero de acentuada comercialidad pero bien llevado.
Una pincelada de pseudo jazz con Your Latest Trick, que requiere varias escuchas para ser bien digerido. En este punto me quito el sombrero ante la profesionalidad de la banda, que demuestra a lo largo de la placa una solidez y versatilidad impresionantes.
Why Worry a pesar de sus buenas ideas decae con su duración, que no aguanta circularmente como Money.... Una propuesta más interesante es Ride Across The River, cubierta de una atmósfera selvática por así decirlo que es cortada ocasionalmente por los solos marca de la casa. Tal vez el tema más original del presente disco.
El aire country de The Man's Too Strong explota en cada estribillo intercalado, con gran efectividad. Buen trabajo acústico y vocal. One World contrasta entonces por su ritmo mucho más rockero, el regreso del bajo protagonista y el solo excelente sin necesidad de ser alucinante.
El tema homónimo finaliza, la melancolía hecha una canción, los lamentos de un soldado que tantas interpretaciones han recibido, cuando la única certeza cantada es el dolor de la guerra. Realmente llega a tocar, sino el corazón, al menos las fibras sensibles. La guitarra de siempre resuena con tristeza hasta desvanecerse.
Siguiendo la política del sitio, cualquier 'pero' baja la puntuación del cielo. La ligerísima flojera de Why Worry es lo único que me impide calificar con cinco cuernos este trabajo, que es de cualquier manera una joya eterna.
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